La leche materna es el alimento ideal para nuestros hijos. Cada especie humana, produce leche acorde a las necesidades de sus crías.
Es así como la leche de vaca cubre las necesidades del becerro, el que pesa cerca de 50 kilos al momento de nacer. Y aporta tres veces más proteína, sodio, fósforo y otros minerales que la leche humana.
Nuestros hijos nacen con 3 kilos aproximadamente, por lo que sus necesidades son muy distintas que las del becerro. Sin embargo, también aporta mucho y sus ventajas sobre otro tipo de leches son múltiples:
1. La leche materna es el único alimento capaz de satisfacer todos los requerimientos nutricionales durante los primeros 6 meses de vida, sin requerir otros alimentos agregados como agua o jugos.
2. La leche materna es superior a cualquier otra alternativa.
3. Es bacteriológicamente segura.
4. Siempre está fresca y, lo mejor, es que es gratuita.
Beneficios específicos para los lactantes
1. Es la nutrición óptima para nuestros hijos. Con ella corren menos riesgo de sobrealimentarse, promoviendo un óptimo crecimiento y desarrollo.
2. Es de gran digestibilidad.
3. Aporta protección inmunológica, por lo que reduce la posibilidad de que el niño se enferme, evitando las infecciones gastrointestinales, respiratoria, urinaria y otitis.
4. Favorece el adecuado desarrollo de las mandíbulas.
5. Disminuye el riesgo de que el niño tenga alergias.
6. Favorece el vínculo afectivo.
7. Se ha observado un mayor CI y desarrollo intelectual en bebés alimentados al pecho en forma exclusiva hasta los 6 meses, aunque esto no es concluyente.
Beneficios específicos para las madres
1. Disminuye el riesgo de cáncer de mama y ovario.
2. Acelera el regreso del útero a su tamaño original.
3. Favorece el contacto físico y psicológico madre-hijo.
4. Facilita la recuperación del peso y del tamaño de los pechos.
Beneficios específicos para la familia
1. Favorece los lazos familiares.
2. Contribuye a la economía familiar.
¿Por cuánto tiempo se recomienda amamantar?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda como alimentación ideal la lactancia materna en forma exclusiva durante los primeros seis meses de vida y complementada con alimentos sólidos a partir de esta edad y durante los dos primeros años de vida.
Recomendaciones para una lactancia materna exitosa
1. Decide amamantar e involucra a tu pareja y familia para que te apoyen.
2. Prepara los pechos durante el último período del embarazo: Puedes colocar diariamente una ampolleta “luz de día” a una cuarta de distancia, 10 minutos en cada mama. Esto reforzará la piel del pezón, evitando posibles grietas futuras.
3. Lo ideal es que inmediatamente después del parto te coloquen el niño sano y seco sobre el abdomen (consulta a tu ginecólogo por la técnica de apego precoz).
4. La lactancia debiera partir dentro de la hora siguiente al término del parto.
5. La lactancia materna debe ser a libre demanda, día y noche.
6. Es recomendable no ofrecer fórmulas lácteas, suero glucosado, agua, ni chupete de entretención.
7. Asegúrate de que la posición sea adecuada y cómoda, tanto para ti, como para tu hijo. De manera que no te produzca incomodidad o dolor y que tu hijo succione efectivamente.
8. La succión no debe doler, para ello verifica que la boca de tu hijo abarque, además del pezón, parte de la areola.
9. Su guatita debe estar pegada a la tuya, de modo que su cara esté de frente a tu pecho y no de lado.
10. Después del primer mes de vida el horario de alimentación se irá ajustando al hambre “fisiológica”, ósea cada 3 ó 4 horas.